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De Bussi a Milei, pasando por Trump

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Trump paved the way for return of the far-right in South America

  * Published in The Independent on 6 January 2022 (Long Reads) Ten years have passed since the death of General Domingo Bussi. The general was a member of the Argentine army, and perhaps one of the worst criminals of the last military dictatorship that devastated Argentina between 1976 and 1983 – a dictatorship characterised by kidnapping, torture and the execution of tens of thousands of citizens, the disappeared. Among them was my father, Maximo Jaroslavsky. Bussi’s story contains a tragic lesson that Argentine society, like so many others, seems to have learnt and then forgotten again. The Last Dictatorship “Providence has placed upon the army the duty to govern, from the presidency, down to administering a trade union”   Monsignor Bonamín, 10 October 1976. During the 20th century, Argentina suffered six coups d’etat. The army developed a vision of itself as “supervisors” with a deep contempt for civil society, a role encouraged by the country’s most powerful economic sectors and g

HIJOS. El Futuro de la Memoria (Con el link para descargar el libro en español)

En 1983, luego de una dictadura militar que ejerció el terrorismo de Estado en forma sistemática, la Argentina inició el retorno a la democracia. Fue una etapa de euforia y liberación para la sociedad, marcada por un profundo reclamo de justicia. Sin embargo, las Fuerzas Armadas no aceptarían ser juzgadas por sus crímenes, ejerciendo una constante amenaza sobre la frágil democracia. Pronto los gobiernos de Alfonsín y Menem claudicaron, y las Fuerzas Armadas obtuvieron leyes que garantizarían la impunidad de sus crímenes. El clima de esos años, para los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado, era de una profunda frustración ante una impunidad que parecía instalarse para siempre. Peor aún, la democracia no producía milagros y los sectores antidemocráticos fomentaban el mito de la dictadura como un tiempo de “orden y seguridad”. Hacia finales de los ’80, dentro de este marco de desencanto, la provincia de Tucumán tuvo la triste iniciativa de postular a un represor de la dicta